Los pequeños, la mayoría de 12 años, han esperado sobre el césped a la grata sorpresa que les aguardaba. A las cinco en punto han subido por el túnel de vestuarios todos los integrantes de la primera plantilla, cada uno con una bolsa con regalos. Los niños se han puesto como locos con el detalle y fotografiándose con los que, a partir de hoy, serán sus ídolos. Luego han hecho visita guiada por el Museo de la Real.
Así las cosas, todos y cada uno de los técnicos y jugadores han visto con muy buenos ojos hacer un paréntesis para una causa tan noble. La razón mandaba. No es el primer gesto solidario en el último mes. Hace unas semanas visitaron el Museo varios niños ucranianos y ayer mismo otro grupo de saharauis
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